Enfermedades más comunes en el cordero de cebo

30 abril 2020
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El cordero manchego entra en los cebaderos una vez destetado, generalmente a partir de los 40 días de edad con 14 kg de peso vivo, permaneciendo en cebadero una media de 6 semanas hasta alcanzar el peso de sacrificio. Los principales procesos patológicos a los que va a tener que enfrentarse durante el engorde vendrán determinados por una serie de factores externos que van a actuar como factores predisponentes, así como de factores ligados al propio animal, a su salud y a la presencia de agentes infecciosos que acabarán provocando la enfermedad.

De entre todas las enfermedades más comunes que nos vamos a encontrar en un cebadero destacan muy por encima del resto el complejo respiratorio ovino (CRO) y la coccidiosis. El CRO puede estar asociado a la inmunosupresión causada por otras enfermedades y por la propia coccidiosis.

COMPLEJO RESPIRATORIO OVINO (CRO)

Es el término utilizado para definir la afección respiratoria que afecta fundamentalmente a bronquios y pulmones de corderos y ovejas adultas y que es de carácter plurietiológico y multifactorial.

Etiología:

Como su nombre indica en el CRO están implicados numerosas bacterias entre las que destacan fundamentalmente cuatro: Mannheimia haemolytica, Pasteurella multocida, Bibersteinia trehalosi y Mycoplasmas : (Mycoplasma ovipneumoniae y Mycoplasma arginin). Estos agentes son los responsables de más del 80% de las infecciones respiratorias del cordero, siendo este complejo etiológico todavía más complicado si se tiene en cuenta que M. haemolytica cuenta con 12 serotipos distintos que pueden afectar al cordero, P. multocida 5 tipos distintos con capacidad infectante y además existen distintas especies de Mycoplasma menos frecuentes, pero igualmente infectantes para el cordero. En un mismo proceso respiratorio nos podemos encontrar una, varias o incluso las cuatro especies de bacterias.
Se puede considerar que esta enfermedad afecta a la totalidad de los cebaderos en mayor o menor medida y es la causante del mayor porcentaje de mortalidad durante esta fase (se estima que un 70% de las bajas que se producen en el cebo son debidas al CRO). Además, tiene importantes implicaciones económicas debidas a la reducción de peso de venta, disminución del rendimiento de la canal y decomisos parciales de pulmones y costillares.

Cuadro clínico:

La presentación clínica es muy variable, puede cursar de forma sobreaguda-septicémica: caracterizada por muertes repentinas con hemorragias generalizadas; de forma aguda: con aumento de la tasa de mortalidad con neumonías y pleuroneumonías y de forma crónica: en la que apenas se ve aumentada la mortalidad, pero causa retrasos de crecimiento y sintomatología típica de toses, mocos y pérdida de vitalidad del cordero.

Factores epidemiológicos predisponentes:

Son los factores que rodean a todo el CRO favoreciendo la llegada y multiplicación de los agentes patógenos. Los agrupamos en tres tipos: Factores ambientales, de manejo e inmunitarios.

  • Factores ambientales: afectan a las instalaciones y al ambiente en el que va a vivir el cordero, como variaciones de temperatura durante el día y la noche, relación temperatura/humedad relativa del aire (30ºC-75% HR que se alcanzan en muchas zonas en verano favorece la penetración de bacterias del CRO), ventilación inadecuada de la nave, velocidad del aire en invierno por encima de 1,5 m/s, concentraciones de amoniaco en la cama superiores a 10 ppm…
  • Factores de manejo: Sanidad del cordero en la lactación, edad y estado durante el destete, transporte al cebadero, entrada al cebadero (mezcla con corderos de distintos orígenes), homogeneidad de los lotes en cuanto a edad, hacinamiento (densidades superiores a 0,5 m2/cordero), humedad y estado de las camas….
  • Factores inmunitarios: Encalostramiento adecuado al nacimiento, desparasitaciones y vacunación de las madres y de los corderos antes del destete.

Profilaxis:

De la efectividad en el control de estos factores predisponentes en el cebadero va a depender la correcta prevención del CRO una vez que la medicación preventiva está prácticamente prohibida. Ante la aparición de un brote de mortalidad por CRO es muy conveniente la realización de un análisis para el diagnóstico de el/los agentes etiológicos implicados, de la antibioterapia más adecuada que podemos utilizar dentro del grupo de medicamentos autorizados y correcta elección de la vacuna antes del destete.

PROCESOS DIGESTIVOS: COCCIDIOSIS

De entre todos los procesos digesivos que se pueden observar en el cebadero de corderos la coccidiosis es sin duda la enfermedad más prevalente.

Etiología:

Está causada por un parásito protozoario del género Eimeria. El cordero se puede infectar las primeras semanas a partir de la cama contaminada con sus ooquistes. Al llegar al tracto gastrointestinal las Eimerias se liberan penetrando en las células intestinales multiplicándose en ellas durante varias fases hasta que vuelven a formar ooquistes que rompen las células intestinales y son excretados por las heces. Un solo ooquiste ingerido puede provocar la eliminación de miles de ooquistes cuando ha terminado la multiplicación. En este proceso los coccidios provocan la destrucción del epitelio intestinal que es el responsable de la característica lesión de enteritis catarral del intestino delgado.

Cuadro clínico:

Se puede observar generalmente a partir de las cuatro semanas de edad hasta los dos meses. El cuadro clínico puede variar entre diarreas hemorrágicas con alta mortalidad a diarreas leves (diarreas pastosas verde oscuro-marrón), que provocan en el cordero retrasos de crecimiento, mal aspecto del pelo y algunas veces prolapsos rectales. En otros corderos la coccidiosis se presenta de forma subclínica sin diarreas, pero provoca un estado de inmunodepresión que incrementará la incidencia de otros procesos infecciosos como el CRO.

Factores epidemiológicos predisponentes:

El factor de riesgo más importante es el estado de contaminación de las camas a la llegada de los corderos al cebadero.

Profilaxis:

Sin duda la medida imprescindible es la retirada de la cama del lote de cebo anterior, seguida de una limpieza y desinfección antes de la entrada del siguiente lote de corderos. Hay que tener en cuenta que los ooquistes son resistentes a muchos desinfectantes, pero son sensibles al calor entre 55-60ºC y a la desecación. También son sensibles al amonio cuaternario, sosa cáustica y al Peróxido de Hidrógeno + Acido Peracético.
Las camas deberán mantenerse secas durante todo el engorde, se puede utilizar para ello polvo absorbente de humedad tipo bentonita.
Además, evitar juntar corderos de distintas edades en el mismo corral y las sobre-densidades.
Como medida preventiva es recomendable el chequeo del estado de parasitación de los corderos a la llegada del cebadero, tanto de coccidios como de vermes respiratorios/intestinales. Si el resultado es positivo, con recuentos que pueden provocar una coccidiosis, será conveniente el tratamiento vía agua con Diclazuril o Tortrazurilo o bien, pienso con Decoquinato como tratamiento metafiláctico.

ENFERMEDADES NERVIOSAS

Siendo enfermedades mucho menos prevalentes a las anteriores descritas (Complejo Respiratorio Ovino y Coccidiosis), podemos destacar dos de ellas:

  • Muerte Súbita por Clostridium Perfringens Tipo D o “Basquilla del Cordero”: Esta enfermedad suele aparecer de forma sobreaguda y afecta fundamentalmente a los mejores corderos del cebadero durante el invierno que es cuando se “atracan” a comer si estos están deficientemente inmunizados de enterotoxemia. El cuadro cursa con una parálisis ruminal que provoca la multiplicación del Clostridium perfringens tipo D y la masiva liberación de toxina έ que es la causante de la muerte súbita del cordero. Esta se va a presentar sin síntomas o con sintomatología nerviosa: opistótonos (dorsoflexión del cuello para atrás), hiperextensión de extremidades y pataleo. Profilaxis: La medida preventiva fundamental es la vacunación a las ovejas de Enterotoxemia (que incluya este tipo D) 4-5 semanas antes del parto y la vacunación a los corderos después de las 4 semanas de edad.
  • Necrosis Cerebro-Cortical: Es una enfermedad nerviosa caracterizada por opistótonos, estrabismo e hiperextensión de las extremidades. La origina un déficit de Tiamina (Vitamina B1) debido generalmente a un brusco descenso de la flora ruminal sintetizadora de tiamina, producido por una alteración en la fermentación ruminal (acidosis) asociada a niveles excesivamente altos de carbohidratos en la dieta y déficit de fibra. Tratamiento: La enfermedad se trata con la administración de Vitamina B1 vía parenteral, pero sobre todo se controla con un cambio en la alimentación, con piensos con menos niveles de almidón y más fibrosos.

ENFERMEDADES MUSCULARES: ENFERMEDAD DEL MÚSCULO BLANCO

La enfermedad del músculo blanco afecta a corderos recién nacidos (Músculo Blanco congénito) pero también puede afectar de forma esporádica a corderos de engorde sobre todo a corderos “pesados” en las últimas fases del cebo.
El origen es una deficiencia en Vitamina E o Selenio y el cuadro clínico característico es una dificultad del cordero para andar, dolor y finalmente postración e incapacidad para levantarse.
El déficit de Vitamina E provoca un adelgazamiento y degeneración de la musculatura esquelética que afecta sobre todo a la musculatura de los miembros anteriores y posteriores y es muy característico la coloración blancuzca que adquieren.

Tratamiento y profilaxis:

Inyección de Vitamina E-Selenio a todos los corderos al nacimiento y en el caso de presentarse durante el engorde.

ENFERMEDADES ARTICULARES: ARTRITIS INFECCIOSA


Las artritis son infecciones de las articulaciones de las extremidades que cursan con inflamación, dolor y provocan cojeras. Pueden afectar a un miembro, a los dos o a las cuatro extremidades. Al final el cordero sufre retraso de crecimiento evidente al no poder moverse para comer. En algunos casos los corderos están febriles.

Etiología:

La infección puede estar provocada por diversas bacterias: E. Coli septicémico, Chlamidia abortus, Mycoplasma agalactiae, Mycoplasma mycoides, Erysipelothrix rhusiopathiae.
Aunque la etiología es muy diversa lo que tienen todas en común es que el cordero se infecta generalmente de su madre los primeros días de vida produciéndose una infección sistémica con posterior localización en las articulaciones de aquellos que sobreviven.

Tratamiento y profilaxis:

El tratamiento de las artritis es muy complicado en cuanto a que el antibiótico llegue a las articulaciones por vía intramuscular cuando la inflamación está muy avanzada, en cualquier caso es necesario un diagnóstico etiológico para le elección del antibiótico a utilizar. Una vez conocido el agente causal las medidas preventivas pasan por el control de la infección en la explotación de origen.

ENFERMEDADES DE LA EPIDERMIS: QUERATOCONJUNTIVITS INFECCIOSA Y ECTIMA CONTAGIOSO

Ambos son procesos infecciosos muy contagiosos, pero de carácter benigno.

  • Queratoconjuntivitis Infecciosa: Es una infección de la conjuntiva que puede afectar también a la córnea. Se presenta con inflamación en uno o los dos párpados con abundante secreción mucosa y lagrimeo que al final acaba cerrando el párpado. En los casos en los que la córnea está afectada aparece como una “nube blanca”. Son varios los agentes etiológicos que pueden provocar esta infección destacando: Branhamella ovis, Mycoplasma agalactiae, Mycoplasma micoides, Chlamydia abortus y Pasteurella multocida. Tratamiento y profilaxis: Será necesario una identificación del agente infeccioso para instaurar el tratamiento y las medidas profilácticas adecuadas. El control de los factores ambientales como control de gases (amoniaco, CO2), y una correcta ventilación son fundamentales a la hora de controlar estos procesos.
  • Ectima Contagioso o “Boquera”: Es una enfermedad provocada por un virus de la familia Poxviridae y que provoca lesiones costrosas en los bordes mucocutáneos de la boca, párpados y cara fundamentalmente. Los animales afectados son los corderos lactantes que se infectan de sus madres portadoras (el virus también se puede localizar en los pezones) y de otros corderos que infectan el comedero y bebedero ya que esta enfermedad es muy contagiosa. La morbilidad es muy alta pero la mortalidad es muy baja ya que generalmente la enfermedad es autocurativa y después de varias semanas las costras acaban secándose y cayendo. No obstante, algunos corderos se pueden presentar en el cebadero con pupas no curadas y al entrar en contacto con corderos que no están inmunizados provocar el contagio. Profilaxis: Es conveniente el tratamiento tópico de las costras con Agua oxigenada o clorhexidina y posteriormente secado con polvo antiséptico para acelerar la curación de las costras e impedir la contaminación y complicación con otras bacterias tipo Staphilococcos. La desinfección de todas las superficies que han estado en contacto con los virus es fundamental para la prevención de la infección al siguiente lote de corderos.