“Gracias a un cambio en la alimentación, nuestros terneros tienen una mayor ganancia media diaria”
Fermín y Miguel Gorraiz son dos hermanos dedicados a la ganadería en el municipio de Aoiz, en la Comunidad Foral de Navarra, a 28 km de su capital. Herederos de una explotación en funcionamiento desde hace varias generaciones familiares, desde 1987 ampliaron su rebaño a 180 vacas madre de raza Blonda de Aquitania con un sistema de manejo de ciclo cerrado: vacas nodrizas y cebo de terneros.
Actualmente, ceban alrededor del 85% de los terneros que nacen durante el año, mientras que el resto lo destinan a la recría, bien para su propia explotación o bien para la venta a otras ganaderías. Hace cuatro meses decidieron dar un paso importante en la nutrición de todos sus animales: cambiaron el tipo de presentación del pienso de harina a granulado, convirtiéndose probablemente en los primeros ganaderos de la zona en hacerlo.
Después de unos meses de trabajo con este nuevo pienso en estrecha colaboración con el equipo de vacuno de carne de De Heus, Fermín explica que “el paso inicial para hacer este gran cambio surgió al observar las heces de los animales. En ellas se apreciaba la presencia de algún componente de la ración sin digerir y también que los animales desperdiciaban una parte importante del alimento que les suministrábamos. Manuel Fernández (Gerente de zona de Orkoien de De Heus), puso a nuestra disposición analíticas de niveles de almidón en heces para poder comparar de forma objetiva la diferencia en la eficiencia nutricional entre el pienso en harina frente a granulado”.
Tras varios meses de seguimiento del cebo por parte de nuestros compañeros Manuel Fernández y Ángel Revilla (Residente europeo de la Universidad Complutense de Madrid), Miguel Gorraiz está contento con el cambio que ha supuesto para sus animales la presentación de la dieta: “Tras varias pesadas contrastadas con los datos recabados años en la explotación, hemos comprobado que los animales han mejorado sus resultados productivos. Nuestros terneros tienen una mayor ganancia media diaria al comparar los datos con el histórico que tenemos registrado desde que utilizábamos el pienso en harina”. “Se aprecia a simple vista, el aspecto general de los animales es mejor”, recalca.
La importancia del plan de trabajo: análisis y seguimiento continuo
“En cuanto a las fases nutricionales de esta explotación, se estableció un primer pienso de Kovital Iniciación, luego pasan a una fórmula para pasteros y para la fase de cebo se emplea Kovital Cebo. Los animales van a matadero con unos pesos en torno a los 500 kg en vivo”, detalla Ángel Revilla.
Además, los hermanos Gorraiz han incorporado un carro mezclador para preparar una ración de forrajes y pienso a las madres, mientras que el equipo de De Heus de Orkoien sigue trabajando directamente con ellos para el análisis de los ingredientes del plan nutricional, para así poder optimizarlo al máximo en función de las necesidades específicas que van surgiendo.
Por último, los hermanos Gorraiz destacan la “cercanía del equipo De Heus, diseñando un plan y unos objetivos claros”. En palabras de Manuel Fernández: “El plan de trabajo sigue la rutina que ponemos en marcha en De Heus desde hace tiempo, a base de un seguimiento cercano, poniendo todas las herramientas que tenemos a nuestra disposición al servicio de nuestros clientes: analíticas de heces, forrajes, etc. Lo importante es que sepan que cuentan con la colaboración del equipo técnico para trabajar sobre cualquier duda o problema que pudiese surgir y que siempre estamos atentos a sus necesidades para avanzar de la mano hacia los objetivos marcados en las granjas”.