ReproBeef®

Sí, tanto desde la perspectiva nutricional como desde la rentabilidad económica las vacas nodrizas deben tener una puntuación de Condición Corporal (CC) mínima para expresar su potencial reproductivo y para ello es necesario cubrir un nivel nutricional adecuado después del parto con los siguientes objetivos:

• Ganar peso y compensar la pérdida de condición corporal.
• Comenzar a ovular de nuevo durante el inicio de la lactancia.
• Quedarse preñadas de nuevo en los 85 días siguientes al parto.

En la escala de 1 a 5, lo más rentable es mantener una CC=3 en la vaca nodriza, tanto antes como después del parto. La CC es un indicador del porcentaje de grasa corporal de las vacas y determina su rendimiento reproductivo. Si no se alimenta a las vacas para satisfacer sus necesidades antes del parto, estas movilizarán los nutrientes de su reserva corporal para mantener la lactancia y el crecimiento del feto. Una CC baja en el momento del parto prolonga el periodo de anestro, en el que la vaca no está ciclando. Esto significa que la tasa de preñez será menor en la temporada de cría.
En un sistema de producción extensivo, interesa realizar una buena gestión de forrajes y suplementación de piensos durante todo el año para mantener una condición corporal adecuada de las vacas nodrizas, ya que supone menos coste para el ganadero que recuperar el peso perdido por una alimentación inadecuada del rebaño.

El desarrollo del feto es un proceso regulado con precisión, caracterizado por la plasticidad en la diferenciación celular y la organogénesis. Aunque esta plasticidad es esencial para el desarrollo normal, hace que el embrión sea altamente sensible a las señales ambientales que pueden alterar de forma permanente la estructura y función de sus tejidos.

La programación fetal, también llamada programación del desarrollo, se refiere a todo el período de preñez de la vaca, que se divide en tres fases: gestación temprana, media y tardía. La estrategia nutricional que se emplee para la madre durante cada período tendrá un gran impacto en el crecimiento y desarrollo a largo plazo del ternero.

La restricción de nutrientes durante la mitad de la gestación reduce la cantidad de fibras musculares, mientras que la restricción nutricional durante el final de la gestación reduce tanto el tamaño de las fibras musculares como la formación de adipocitos intramusculares. Los terneros continúan desarrollándose al inicio de la lactancia. Después de dos meses con suficiente pasto (materia seca) de calidad suficientemente alta (energía y proteína), la vaca puede quedar preñada en su próximo ciclo de reproducción.

Durante el final de la primavera e inicio del verano, hay menos pastos disponibles, su calidad se deteriora y los efectos se hacen evidentes una vez que la madre lleva preñada 2-3 meses. A partir de esta etapa, el pasto puede no proporcionar suficiente energía o proteína a la vaca (<100% de requerimiento). Según la programación fetal, las vacas necesitan suplementos nutricionales durante estos meses para maximizar el desarrollo del crecimiento del ternero, la calidad de la carne, la edad de la pubertad y la fertilidad.

Cada vaca nodriza requiere cantidades específicas de energía, proteínas, minerales y vitaminas, dependiendo de la etapa del ciclo reproductivo en la que se encuentre. Es necesario que estas necesidades nutricionales coincidan con la calidad y la disponibilidad del pasto, así como con los suplementos recomendados: pienso y bloques minerales.
A diferencia de otros programas nutricionales, el Plan Kovital ReproBeef® adapta la dieta a las necesidades específicas de cada vaca y al forraje disponible. Invertir económicamente en una nutrición adecuada de las vacas nodrizas mejora el rendimiento productivo de sus terneros, provocando un retorno de la inversión a los ganaderos. De hecho, aproximadamente el 60% de la variación del peso de un ternero al destete a los 205 días puede atribuirse directamente a la cantidad de leche producida por la madre.
A medida que la lactancia avanza, es importante complementar la dieta del ternero para mejorar el crecimiento y el peso vivo alcanzado en el momento del destete y ayudar a la madre a recuperar condición corporal de cara al siguiente ciclo reproductivo.