Desarrollo de una cadena alimentaria autosuficiente y fomento de comunidades rurales en Ghana con la cría de ponedoras

"La empresa ganadera de mi familia es clienta de De Heus desde hace muchos años", afirma Jurjën. "Tras estudiar ganadería y comercio internacional, trabajé en De Heus durante dos años identificando nuevos mercados". Uno de esos nuevos mercados era Ghana, que tiene un suelo muy fértil, un buen clima para la producción de alimentos y un pequeño sector ganadero con un enorme potencial de crecimiento. Por eso, tras dejar De Heus para dedicarse a la ganadería, Jurjën montó un negocio de importación de ponedoras de un día en Ghana. Por aquel entonces, su antiguo jefe decidió construir una fábrica de piensos compuestos en Tema (Ghana). "Sin piensos de alta calidad, es difícil que los productores desarrollen un negocio sano y el propio mercado no puede crecer", afirma Theo. Para Jurjën, una fábrica local de piensos fue un regalo del cielo. "Es demasiado arriesgado depender de piensos importados y es casi imposible para mí o para los ganaderos locales fabricarlos", añade. "Así que una fábrica local de piensos es esencial".

La inminente llegada de la fábrica de piensos De Heus también permitió a Jurjën desarrollar sus planes de producir pollitos de un día en lugar de importarlos. "Si no se dispone de piensos de buena calidad, la cría de reproductoras no es viable", explica. "Como consecuencia, los productores de huevos dependen de las ponedoras de un día importadas. Estas aves son caras y la calidad suele dejar mucho que desear". Por ello, Kuipers Breeders y De Heus Ghana decidieron crear conjuntamente una planta de incubación para producir ponedoras de manera local. Entonces llegó la pandemia de Covid-19. "Seguíamos importando pollitos de un día, pero al no haber vuelos a Ghana, la producción de ponedoras y huevos se detuvo", explica Jurjën. "Estaba muy preocupado por la disponibilidad de alimentos en el país". Theo añade: "El Covid-19 puso de manifiesto la necesidad de una producción local de pollitas ponedoras. Teníamos que hacerlo rápidamente".

La nueva planta de incubación está situada en un terreno de 90 hectáreas que actualmente consta de una granja de cría y tres de producción, todas ellas construidas y gestionadas según las normas de la UE. Los reproductores se importan de Europa y pasan sus primeras 16 semanas en la granja de cría. Después son trasladados a una de las granjas de producción. A continuación, la granja de cría se limpia a fondo y todo el proceso vuelve a empezar con un nuevo corral cada 18 semanas. En la granja de producción, las reproductoras ponen los huevos y las ponedoras que nacen se venden a los granjeros con un día de vida. Una reproductora puede producir unos 100 pollitos de ponedoras, por lo que un palé de reproductoras ahorra la importación de 100 palés de ponedoras de un día. Esto también reduce las emisiones de carbono del transporte aéreo. "Nuestro primer lote de huevos de ponedoras fue a las incubadoras a finales de marzo de 2023 y los primeros pollitos de ponedoras nacieron tres semanas después", dice Jurjën".

Este volumen es necesario para que el negocio sea sostenible. "Hay que hacerlo a gran escala", explica Jurjën. "En Holanda puedes montar una planta de incubación y encontrar un veterinario, un especialista en calidad del agua, un asesor en bioseguridad, un proveedor de transporte y otros servicios, pero en Ghana tienes que hacerlo todo tú solo". Para ello cuenta con la ayuda de la unidad de negocio local de De Heus. "Jurjën aporta a la asociación su experiencia ganadera y sus conocimientos sobre África Occidental", dice Theo. "De Heus aporta su experiencia relacionada con las finanzas y cómo hacer negocios entre Holanda y Ghana". Los equipos de ventas de las dos organizaciones también trabajan juntos. "Ambos tenemos el mismo objetivo: ayudar a los ganaderos locales a mejorar sus ingresos y desarrollar el sector ganadero de Ghana", prosigue Theo. "Ambas empresas son muy prácticas y trabajan juntas para hacerlo realidad".

Son estos conocimientos los que ayudarán a los ganaderos a mejorar sus explotaciones y aumentar su productividad. "No nos limitamos a vender pienso y pollitas, sino que les ayudamos a conseguir mejores rendimientos y gallinas ponedoras más sanas", afirma Theo. "Ningún otro actor europeo o estadounidense está haciendo esto en Ghana". A corto plazo, los ganaderos tendrán que convivir con los elevados costes de los piensos debido a la escasez de materias primas de producción local. Sin embargo, del mismo modo que promueve las gallinas ponedoras de producción propia, De Heus Ghana colabora con WARC, una empresa social de África Occidental, para animar a los agricultores rurales a cultivar maíz para utilizarlo en la producción local de piensos. "No podemos bajar el precio de coste de los piensos, pero podemos ayudar a los ganaderos a aumentar la producción, lo que hará crecer todo el sector de las ponedoras", afirma Jurjën. "Más producción significará un mayor margen para reinvertir, lo que animará a más granjeros a convertirse en productores de huevos, con la consiguiente bajada del precio de los huevos para los consumidores".

Debido a la inflación, el precio de los alimentos en Ghana es actualmente uno de los más altos del África subsahariana, por lo que cualquier reducción del coste repercutirá en la dieta de la población. "En Ghana escasean las proteínas asequibles y de alta calidad", explica Theo. La carne es demasiado cara para la mayoría de la gente y además requiere refrigeración para su correcto almacenamiento. "Los huevos son fáciles de almacenar y la mejor fuente de proteínas", prosigue Theo. "Si podemos garantizar un suministro barato de proteínas, se conseguirá una dieta más sana y variada en Ghana".

Mejorar la productividad y los medios de subsistencia de los ganaderos también tendrá un efecto de bola de nieve en las comunidades locales. "Los ganaderos de Ghana viven principalmente en aldeas donde el desempleo es alto y hay poca educación", explica Jurjën. "Si podemos ayudar a los ganaderos a hacer crecer su negocio, esto creará puestos de trabajo, y la gente podrá comprar alimentos, enviar a sus hijos a la escuela y pagar la sanidad". Theo está de acuerdo: "La ganadería es crucial para resolver el desempleo en las zonas rurales. Sustituir los piensos y alimentos importados por producción local creará muchos puestos de trabajo".

Aunque las operaciones de la empresa conjunta aún están en sus inicios, Theo y Jurjën tienen planes ambiciosos para el futuro. Quieren exportar a países vecinos como Togo, Benín y Costa de Marfil. A largo plazo, también quieren criar pollos de engorde. "Alrededor del 90% de la carne de pollo de Ghana se importa congelada de la UE y Brasil", explica Theo. "Queremos ayudar a los ganaderos a producir pollos de engorde para que puedan competir con el mercado de importación y la comida sea menos cara". Por suerte, la infraestructura para la producción de pollos de engorde es casi la misma que la de pollitas ponedoras, lo que dará ventaja a la empresa. Pero primero tienen que crear un suministro regular y sostenible de pollitas ponedoras. "Los resultados empresariales están aún por llegar, pero los primeros indicios son positivos", afirma Theo. "Si podemos ayudar a los granjeros a obtener mejores ingresos, podremos levantar todo el sector ganadero de Ghana y hacer que esta economía sea más fuerte y menos dependiente de las importaciones".