Las cuatro fases de la transición: Cómo conseguir un parto sin problemas y un buen inicio de la lactancia

1. La fase de secado: Las últimas semanas de lactancia

Las últimas semanas de una lactación son vitales para crear una buena base para la siguiente. El objetivo es vigilar la condición física de la vaca para tomar decisiones importantes, como la de cuándo empezar el periodo de secado, si se deben utilizar antibióticos una vez que empiece y si se deben cambiar las raciones de las vacas durante la segunda mitad de la lactación. Una puntuación de condición corporal (BCS) de 3,5 es óptima para el secado. También es aconsejable recortar las pezuñas de forma preventiva durante este periodo.

2. La fase de alojamiento: Las primeras cuatro semanas del periodo de secado

Esta fase da a los tejidos de la ubre la oportunidad de recuperarse antes de la siguiente lactación. Por lo tanto, hay que gestionarla bien, lo que significa decidir qué animales se van a tratar con antibióticos, utilizar los productos adecuados para el secado y proporcionar una buena higiene y alojamiento. Además, es esencial asegurarse de que sus vacas tengan una ingesta de materia seca (DMI) suficiente a través del forraje.

3. La fase de cierre: Las dos últimas semanas del periodo seco

El papel de la fase de cierre es prevenir los problemas de parto, producir un ternero sano y empezar bien la siguiente lactación. La ración adecuada durante este periodo puede acortar el parto y prevenir los problemas de salud relacionados con la transición; por ejemplo, la reducción de la diferencia catiónica aniónica de la dieta (DCAD) reduce el riesgo de fiebre de la leche. Asimismo, el aumento de la densidad energética en las raciones evitará un balance energético negativo (NEB) y también ayudará a prevenir la fiebre de la leche.

4. La fase de inicio de la lactancia: Las primeras semanas de la nueva lactancia

El objetivo ahora es reducir las complicaciones al inicio de la lactancia. La ingesta de materia seca -mantenida lo más alta posible en las fases 2 y 3- debe aumentar, alcanzando un nivel máximo al principio de esta fase. Proporcionar un alimento completo y bien equilibrado con forraje asegurará una alta producción de leche y de sólidos lácteos.

Conociendo sus diferentes fases, podrás gestionar la transición de forma más eficaz y mejorar no solo el rendimiento de sus vacas, sino también su salud: un beneficio en todos los sentidos.